Italia, el país de los sabores
Italia siempre ha sido sinónimo de buena comida, explosión inconfundible de aromas y sabores. Además de ser la italiana una de las cocinas más famosas del mundo, también es la que propone, más que cualquier otra, una increíble variedad de platos y recetas diferentes según la localidad, la provincia y la región.
No hay que perderse las rutas del sabor, un viaje por la cultura gastronómica italiana buscando sabores antiguos, productos genuinos y alimentos sencillos revisitados por la cultura clásica y también por la más innovadora. El famoso queso Parmigiano Reggiano, el Jamón de Parma o San Daniele, el Vinagre Balsámico de Módena, el Pesto de Liguria, la Mozzarella de Búfala de Campania, la Trufa de Alba y los embutidos sólo son algunos de los productos que hacen de Italia la tierra del sabor.
¿Y cómo olvidar la pasta y la pizza que, en todo el mundo, son sinónimos de Italia? ¿O el vino, embajador de la excelencia italiana en todo el mundo? Es incomparable el placer de gustar una copa de Chianti o Brunello di Montalcino en Toscana, de Barbera o Barolo en Piemonte, de Prosecco de Valdobbiadene en Véneto, de Lambrusco en Emilia Romagna, de los vinos blancos de Friuli y de Trentino-Alto Adige o de los grandes vinos tintos en Valtellina, sólo por mencionar algunos ejemplos. ¡Un mundo de sabores que hay que probar para el placer del paladar, de los ojos y del corazón!
Vinos italianos
Los griegos antiguos llamaban a Italia “Enotria”, porque ya desde entonces la península era famosa por sus extraordinarios vinos. Es larga la lista de las producciónes características que han hecho famoso el vino italiano en el mundo por su calidad y variedad.
Itinerarios gastronómicos
La dieta mediterránea, cuyos beneficios son mundialmente conocidos, cuneta con el pan y el aceite como algunos de sus componentes más importantes. De norte a sur, el paisaje italiano se caracteriza por los campos de trigo que se transforman en panes de diferentes tipos y sabores, y por el verde de los olivos, que ya sea a nivel del mar, en lo alto de una colina o junto a un lago, producen aceites de gran calidad.